viernes, 18 de febrero de 2011

UNA FELIZ BIENVENIDA A ESTE NUEVO AÑO.






CARTA A UN ESTUDIANTE

Estimado(a) estudiante:

Aunque no te conozco -espero tener la oportunidad en un futuro cercano, quiero contarte algunas cosas que me hubiese gustado oír hace ya algunos años, cuando pasé por tu misma situación. Lo que te digo está basado en mi experiencia en el aprendizaje y enseñanza del Derecho, y puedes complementarlo con lo que vaya siendo tu propia experiencia como también la de profesores y estudiantes de cursos superiores.

Siempre me ha llamado la atención el cambio que experimentan los estudiantes entre noveno, en donde parecen saberlo todo, y undécimo, al que llegan con aire apocado y dispuestos a creer todo lo que les digan. Pienso que ninguna de las dos actitudes es realista: no eres ni tan sabio como pensabas, ni tan inútil como te parecerá dentro de poco. Pero, en todo caso, es bueno mantener esa conciencia de la propia ignorancia. La básica es para gente que quiere aprender: profesores y alumnos. Por eso, desconfía del profesor que crea saberlo todo.

Hay dos dificultades que encontrarás muy pronto. La primera es que al alumno joven, le cuesta mucho distinguir lo principal de lo accesorio. Y esto, si se tienen varios centenares de páginas por delante, puede ocasionar problemas. La dificultad se resuelve yendo a clases (los profesores mismos se encargan de poner énfasis en determinadas cuestiones), pidiendo consejo a buenos alumnos de los cursos superiores o al profesor mismo, y, sobre todo, si, al estudiar, te preocupas de pensar qué importancia puede tener esta materia, cómo se relaciona con otros temas que has visto, y qué consecuencias prácticas puede tener.

La segunda dificultad reside en el desconocimiento del lenguaje. Cada disciplina tiene una terminología propia, que tendrás que conocer pronto si quieres expresarte con propiedad y entender la bibliografía que el profesor te recomienda. Aquí te invito a adquirir la costumbre de consultar con frecuencia el Diccionario de la Academia de la Lengua, buscando las acepciones pertinentes, y los diccionarios especializados. Si no te contentas con las explicaciones de clase, y consultas los libros que sirven de base al profesor (un buen profesor no esconde a sus alumnos las fuentes de su conocimiento) podrás avanzar rápidamente en la adquisición del vocabulario.

Cuanto más pronto te decidas a estudiar en las tardes lo que viste en la mañana, mejor. Como tendrás fresca en la cabeza la clase del profesor, te será mucho más fácil repasarla. Así cumplirás con un principio elemental: siempre hay que llegar a clase sabiendo lo que se vio la clase anterior. Esto permite estudiar en clases, en vez de limitarse a tomar apuntes que apenas se entienden y que habrá que descifrar no se sabe en qué momento. Quien no estudia todos los días corre el riesgo de ser abatido por lo que un amigo mío llamaba los sunami: esas grandes olas de materia que se van acumulando mientras uno se limita sólo a estudiar para la próxima prueba, dejando desatendidos aquellos ramos en los que no hay control a la vista. El estudio tiene que ver con el orden más que con la inteligencia.

Ojalá venzas pronto el miedo a preguntar en clases lo que no entiendes. Tus compañeros se reirán. Algún profesor calificará de “tonta” tu pregunta (personalmente nunca he oído preguntas tontas de parte de los alumnos; las preguntas son siempre útiles), pero aprenderás. No te quedes con dudas. Si no puedes preguntar recurre a otros alumnos o al profesor después de clases.

Al colegio se viene a estudiar. No hay mejor contribución que puedas hacer en este momento al país. Quienes se dedican a arreglar el mundo y no estudian, olvidan que los problemas son suficientemente complejos como para exigir de nosotros los mejores esfuerzos intelectuales. Y la inteligencia se cultiva con el estudio.

Saber estudiar exige saber descansar: deporte más que TV, clásicos mejor que libros de moda. Un rato para leer un buen diario. Y, por último, saber perder. No tener miedo al fracaso. La única manera de aprender a superar las derrotas es sufrir algunas. Ojalá te lleguen pronto y tengas valor para seguir luchando. Aunque sólo sea por eso, se habrá justificado tu paso por una institución educativa.


Joaquín García-Huidobro Correa
Director de Estudios
Universidad de los Andes


http://estagira.blogspot.com/2005/06/carta-un-estudiante.html

martes, 2 de noviembre de 2010

CONCILIACIÓN

La conciliación es un mecanismo alternativo de solución de conflictos, por lo cual en estos tiempos va adquiriendo más importancia que hace veinte años y en la actualidad se vienen dictando diferentes cursos sobre este tema, lo cual pone en evidencia su importancia.

lunes, 18 de octubre de 2010

CIRCUITOS

Un circuito eléctrico es una serie de elementos o componentes eléctricos, tales como resistencias, inductancias, condensadores y fuentes, o electrónicos, conectados eléctricamente entre sí en forma paralela o serie, con el propósito de generar, transportar o modificar señales eléctricas.
En este reporte se dan a conocer algunas fotos y videos de algunos trabajos presentados por los estudiantes de once en los primeros días del mes de Octubre sobre este tema, los cuales fueron elaborados por ellos mismos, teniendo en cuenta algunos aspectos fundamentales sobre el funcionamiento de un circuito, así como también conocimientos elementales referentes a la continuidad eléctrica y el voltaje.

lunes, 4 de octubre de 2010

Ahorro y protección del agua: aunque podamos pagarla, COLOMBIA tiene sed.















































Un gesto tan sencillo y cotidiano como abrir el grifo y cerrarlo, el cual hacemos en nuestra casa, sería necesario aplicarlo en nuestro colegio. USEMOS NUESTRA CONCIENCIA.










Pensemos, por ejemplo, en todos los embalses, estaciones de potabilización, centros de bombeo y kilómetros de tuberías por los que tiene que discurrir el agua para llegar por fin a nuestra vivienda. Cada uno de esos pasos supone alteraciones del Medio Ambiente y entre los más graves deterioros, podemos destacar los embalses que inundan bosques galería y que separan poblaciones animales. Pero no todo acaba aquí, el agua que nos llega, retorna de una manera u otra a la Naturaleza, para lo que son necesarias nuevas canalizaciones y centrales depuradoras que inevitablemente han de ser construidas en nuestros campos.
Por todo esto, debemos ver el agua como un preciado bien que no podemos derrochar o contaminar a la ligera. Existen un gran número de pequeñas acciones que, como usuarios, podemos hacer. La mayoría de ellas no nos acarrearán ninguna molestia y otras, con un poco de buena voluntad, acabaremos haciéndolas de modo natural. No olvidemos que, si bien los mayores gastos de agua son aquellos que derivan de su utilización en la industria y agricultura, nuestra aportación en el ahorro puede llegar a ser muy importante. El economizar agua en nuestras casas parece a primera vista poco importante comparado con el derroche de este líquido que podemos ver a nuestro alrededor, pero precisamente cada grano de arena aportado por las familias ayuda a equilibrar en conjunto el balance de gastos.
Cada colombiano llega a gastar unos 160 litros de agua al día como media repartidos en el aseo personal, la cocina, limpieza de vajilla, lavadora, etc. Si poseemos una casa con jardín , entonces el gasto se dispara. A la cifra anterior debemos añadir el consumo de agua para regar nuestra extensión verde, no olvidando que el agua utilizada en este menester es agua potable, idéntica al que usamos para beber o cocinar.
Veamos a continuación algunos ejemplos prácticos de reducción del gasto de agua fáciles de realizar en casa.
• Podemos reducir el gasto de agua en la cisterna introduciendo en su interior botellas cerradas y llenas de agua, lo que reduce hasta 20 litros el número de litros por descarga. Si optamos por este método, hemos de cuidar mucho que las botellas queden bien sujetas en la cisterna, de otro modo podrían desplazarse al correr el líquido y estropear el mecanismo de descarga.
• En el mercado ya existen cisternas con consumo reducido y algunos modelos pueden incluso regularse en función de la cantidad de materiales que deseen eliminarse. Si estamos pensando en hacer reformas en el baño, éste es el momento de cambiar de cisterna.
• Recordemos que el inodoro no es el cubo de la basura, no lo utilicemos como tal, ya que estos residuos tendrán que pasar por una depuradora para volver a los ríos, y las depuradoras serán más grandes y numerosas en función del número de residuos.
• Los amantes del baño deberían ir pensando en reducir esta costumbre que, por otra parte, suele ir precedida de una ducha. El consumo de agua se dispara al llenar la bañera, por lo que, en este sentido, es mejor tomar una ducha y cerrar el grifo mientras nos enjabonamos y abrirlo en el momento de aclararnos.
• Deberíamos cerrar también los grifos cuando nos afeitamos, nos enjabonamos las manos o cepillamos los dientes; durante estos procesos la costumbre de dejar el grifo abierto derrocha muchos litros.
• Cuando nos lavamos las manos o nos duchamos deberíamos regular el caudal y no mantener el chorro abierto al máximo.
• En muchas tiendas podemos adquirir mecanismos que se adaptan a nuestros grifos y son perfectos para reducir la presión y el caudal.
• No nos excedamos en el uso de champú o gel. Está demostrado que usamos más del que es necesario e incluso conveniente para nuestra piel. Recordemos que todo este detergente termina en ríos si no resulta bien depurado.
También la cocina es una zona en la que se puede ahorrar mucha agua:
• Intentaremos siempre llenar el lavaplatos antes de usarlo.
• Si es posible, adquiriremos aquellos modelos que incluyan un programa de ahorro de agua.
• No es necesario enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas, puede conseguirse el mismo efecto rascándolos con unas espátulas de goma que existen para ello.
• Si tenemos que fregar algo en la pila de la cocina, no dejemos abierto el grifo mientras lo enjabonamos.
• Con la lavadora podemos aplicar las mismas normas que con el lavaplatos.
Consejos para el ahorro en el jardín
• Lo mejor sería poder construir en el jardín algún sistema de captación de aguas que recogiera el agua de lluvia y la canalizase a un pequeño depósito, de esta manera todo el agua que, por ejemplo, baja por nuestros canalones puede utilizarse para el riego del jardín.
• Siempre que podamos es muy aconsejable evitar instalar en el jardín plantas que necesiten mucha agua. Lo indicado sería utilizar plantas autóctonas o plantas con poco requerimiento de humedad.
• El sistema de goteo es uno de los más indicados para evitar el despilfarro. En el mercado existen ya una gran variedad de modelos que se adaptan a todas las necesidades.
• Las mejores horas para el riego son las nocturnas, de esta manera evitamos pérdidas de agua por evaporación.
• Olvidemos la costumbre de lavar el coche en casa, es mejor usar los túneles de lavado.
• Reciclemos todo el papel que podamos, usémoslo por las dos caras antes de depositarlo en el contenedor. Para fabricar un kilo de papel es necesario usar 250 litros de agua.
Para finalizar con esta lista no hay que olvidar que un sistema de grifos y tuberías en condiciones óptimas evita pérdidas innecesarias. Por ello debemos revisar periódicamente los mecanismos de los grifos y llaves, o dejarlos en manos de fontaneros, si no somos “manitas”. Esto nos evita sorpresas desagradables en forma de goteos, fugas y roturas. Sin duda alguna, se nos pueden ocurrir otras formas de ahorrar y evitar contaminar nuestras aguas. Siempre que podamos hemos de ponerlas en práctica y fomentar entre nuestra familia y amigos el uso de estas pautas. Los niños son especialmente receptivos a la información que los adultos podemos darles del medio que les rodea, por lo que podemos probar a iniciarles en algunas de estas prácticas, ya que si de pequeños toman estos sanos hábitos, les acompañarán toda su vida. Una buena forma de empezar es inventando actividades y juegos relacionados con el agua, transmitiéndoles lo importante que es para la vida y lo afortunados que somos al tenerla al alcance. Poco apoco se va tomando conciencia en nuestro país de la importancia del ahorro de agua. Cada vez más ayuntamientos dedican una parte de su esfuerzo a reducir el gasto y mejorar la calidad de sus aguas. Sirva como ejemplo la gran cantidad de parques y jardines públicos que utilizan el riego por goteo en sus instalaciones.
El siguiente paso que, seguramente no tarde en llegar, sería la separación de circuitos de agua potable para la alimentación y aseo personal y otro para las cisternas, limpieza y riego. Podemos aprender mucho de países que deben subsistir con mucha menos agua que nosotros. Ellos hacen del reciclado del agua una liturgia, utilizando en agua hasta cinco veces, como es el caso de algunas granjas en Israel. Si queremos disfrutar de nuestros ríos y arroyos hay que empezar por no maltratar lo que los identifica, tomemos el agua absolutamente necesaria y devolvámosla en las mejores condiciones posibles.